La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en adultos.

Y para los adultos mayores, existe un motivo de preocupación aún mayor, ya que aproximadamente el 21,7 % de los adultos estadounidenses que tienen al menos 65 años reportaron tener una enfermedad coronaria, un derrame cerebral o ambos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Los adultos mayores son estadísticamente más propensos a tener enfermedades del corazón por muchas razones. La ruptura de la placa, la fibrilación auricular, la pérdida de la distensibilidad vascular, la obesidad, la hipertensión y la diabetes contribuyen a este aumento de la incidencia de enfermedades cardiovasculares.

Envejecimiento señala que la enfermedad cardíaca es un término amplio que incluye una variedad de afecciones, como enfermedad de las arterias coronarias, latidos cardíacos irregulares, problemas con las válvulas cardíacas, problemas con el músculo cardíaco y defectos hereditarios (congénitos).

Aproximadamente el 80% de las muertes por enfermedades cardíacas ocurren en personas de 65 años o más, según la Asociación Estadounidense del Corazón. Morir por enfermedad cardiovascular es 10 veces más común que cualquier otra causa de muerte en personas mayores. No importa la edad que tenga, conocer los factores de riesgo de la enfermedad cardíaca es el primer paso para prevenir, o tomar medidas para revertirla, ayudándole a vivir más tiempo.

Conozca su riesgo de enfermedad cardíaca

Hay muchos factores de comportamiento que pueden contribuir a que un adulto mayor esté en riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca. Pero es importante saber que incluso a medida que envejece, aún puede trabajar para minimizar los factores de riesgo. ¡Así que no te rindas! Los principales factores de riesgo para las enfermedades del corazón incluyen:

Hipertensión.

Colesterol alto.

Fumar.

Obesidad.

Diabetes.

Falta de actividad física.

Los malos hábitos alimenticios.

Otro factor que se suma al riesgo de enfermedad cardíaca de los adultos mayores es la genética. Es importante comprender y conocer los antecedentes familiares de enfermedades del corazón. Los factores genéticos a veces juegan un papel cuando se trata de presión arterial alta, enfermedades del corazón y otras condiciones relacionadas. Y cuando los riesgos genéticos se combinan con hábitos de vida poco saludables, puede aumentar enormemente el riesgo de enfermedad cardíaca.

Conoce los síntomas de las enfermedades del corazón

En las primeras etapas de la enfermedad cardíaca, los síntomas no siempre se notan, especialmente en los adultos mayores. Dado que los adultos mayores tienden a tener más molestias y dolores, no minimice ninguno de estos síntomas y siempre hable con su médico si siente la aparición de alguno de estos síntomas con el esfuerzo:

Dolor o presión en el pecho, hombro, brazo, cuello, mandíbula o espalda.

Dificultad para respirar cuando está activo o mientras está acostado.

Mareos al ponerse de pie.

Mareos o desequilibrio al caminar.

Confusión.

dolores de cabeza

Fatiga de inicio fácil.

Hinchazón en los tobillos, pies, piernas, estómago y/o cuello.

Debilidad intermitente o entumecimiento en un brazo o una pierna.

Pérdida intermitente de la visión en un ojo.

Habla balbuceante intermitente.

Es esencial visitar a su médico con regularidad para ayudar a garantizar que su corazón esté sano y para detectar signos tempranos de enfermedad cardíaca.

¿Prevenir o reducir el riesgo?

Cuando se detecta temprano, la enfermedad cardíaca es mucho más fácil de tratar y controlar que cuando se encuentra en una etapa posterior. Es más fácil dar un paseo por tu casa, por ejemplo, si no llevas contigo un tanque de oxígeno.

Aquí hay algunas cosas que puede hacer ahora para ayudar a reducir su riesgo de enfermedad cardíaca:

Ser más activo: comience por caminar por la casa, hacer jardinería, hacer aeróbicos acuáticos y buscar qué clases podría ofrecer su centro local para personas mayores. Hable con su médico acerca de las actividades que serían mejores para usted.

Deje de fumar: si todavía fuma, es hora de dejar de fumar. Hay muchas clases para dejar de fumar disponibles específicamente para personas mayores.

Coma sano: siga una dieta saludable para el corazón comiendo más frutas, verduras y alimentos ricos en fibra. Estoy seguro de que todavía tiene algunos de sus pasteles o platos favoritos que pueden no ser tan saludables, pero trate de limitarlos a ocasiones especiales.

Manténgase hidratado: las personas mayores se deshidratan más rápido que nadie: a medida que envejecemos, nuestro cuerpo comienza a secarse más; puede notarlo en su piel y cabello. Pero las personas mayores realmente deberían tener cuidado de beber al menos ocho vasos de agua de 8 onzas al día.

Reduzca su consumo de alcohol: el alcohol, cuando se combina con medicamentos, puede tener efectos de disminución, por lo que es importante no beber tanto a medida que envejece.

Controle su estrés: el estrés puede manifestarse en los adultos mayores de formas más físicas, como dolores de cabeza e insomnio, así que tenga esto en cuenta.

Controle su diabetes: siga los consejos de su médico para controlar la diabetes tomando los medicamentos recetados según las indicaciones.

Controla tu presión arterial y/o colesterol: No olvides que es importante tomar medicamentos. Pero los cambios en el estilo de vida siempre pueden ayudarlo. El ejercicio ligero y la elección de no comer grasas saturadas o alimentos con grasas trans pueden mejorar significativamente su salud.

Nunca es tarde para empezar a cuidar tu corazón. Independientemente de su edad, es importante realizarse exámenes físicos regulares y preguntarle a su médico si los exámenes cardiovasculares regulares y las visitas de reducción de riesgos tienen sentido para usted. Además de llevar un estilo de vida saludable, las evaluaciones cardíacas pueden ayudar a detectar enfermedades cardíacas de manera temprana, en su etapa más manejable.